“¡Corrupción de mayores!”

Jorge Hernández Fonseca
www.cubalibredigital.com


Comandante:

¡Ni se imagina como me alegré cuando supe que cogieron a los boxeadores desertores “asando maíz” en Brasil! Nuestros “muchachos de la pupila insomne” hicieron un trabajo fenomenal localizándolos y pasándoselos a la policía brasileña, que hizo el trabajo sucio. Eso es lo que da tener “amigos de Cuba” en todos los lugares del mundo. ¡Felicidades!

Resulta que ahora esos infelices dicen que fueron emborrachados por un “elemento” cubano y uno alemán, que querían corromperlos. ¡Pobrecitos! A los infelices los llevaron a beber y bailar con “amiguitas liberales brasileñas” y no tuvieron como decir que no. Verdá que en Brasil hay cada mulata que “para un tren” y realmente, ¡nadie es de piedra!

Por otro la’o, la verdá que los empresarios que querían corromper a nuestros atletas son unos aprendices de chapuceros. Mira que dejarlos (en un Brasil tan grande) al la’o de Río de Janeiro, de donde se escaparon y donde hay más gente que en la isla pa’la vigilancia revolucionaria. Tan cerca de Paraguay, que no se necesita ni visa pa’entrar. Los dejaron en manos de “nuestro aguerrido y sacrificado pueblo trabajador en el exterior” y él se encargó de hacer el trabajo de localización y confirmación. ¡Eso es pa’que nos respeten!

Dicen por acá fuera que ahora, arrepentidos, lloran por regresar a la tierra obrera y campesina que traicionaron. Que regresen, ¡pero a cortar caña!, como corresponde a una conducta obrera, para que sepan lo que pasa nuestro pueblo para darles los bisté que se comen to’s los días, que no lo tienen allá ni los generales de Raúl, que es mucho decir.

Los tipos, en vez de entrenarse para cuando pudieran pelear, se dedicaban a enamorar mujeres y beber mucho ron, porque dicen que en Cuba no hay de na’deso y que en el entrenamiento no los dejaban beber “ni hacer amor” y tenían muchas ganas de las 2 cosas. El pesca’o se coge por la boca y a estos ‘muertos de hambre’ los cogieron por ahí.

Ahora, en Brasil nadie es baina. Resulta que la fiscalía brasileña ha sospechado de toda esa historia tan extraña de “corrupción de mayores” y ha pedido una investigación de cómo fue que los “engañaron” (con tantos dólares de por medio), de cómo los obligaron a emborracharse to’s los días y enamorar tantas mujeres seguidas. Pero lo peor es que se quiere saber como fue que los encontraron, sin contar con “el aparato cubano”.

Si no les mandan un avión a buscarlos para poder ponerles las manos encima, la cosa se va a poner mala en Brasil, donde interceptar teléfonos sin autorización es un delito.

Ahora Comandante, mucho cuida’o con todo eso, mire que la Mafia de Miami anda diciendo que no es lo mismo “irse de Cuba detrás de millones, haciendo negocios con unos bobos”, que “querer regresar a Cuba sin los millones haciendo el negocio de bobos”.

Su víctima.
Ciudadano de Segunda.