Por Dr. Darsi Ferrer
La Habana, 23 de marzo de 2008.
Uno de los mayores obstáculos a sortear por aquellos que aún creen en la llamada revolución es el daño que les causan algunos funcionarios del Estado que, investidos de poder y bajo el disfraz de proletarios, destruyen la poca credibilidad que queda de ese proceso en la población.
Estos personajes con su actuar corrupto e ilegal y su estilo de vida muy por encima del de sus conciudadanos, hacen que muchas personas terminen por quitarse la venda de los ojos. Se tornan referentes sociales de desigualdad y, en consecuencia, verdaderos focos de descontento e inconformidad popular.
Tal es el caso del alto oficial del ministerio del interior que se apellida González Peña. Sr. que, según dicen, es fiscal militar y está terminando de construirse una mansión de dos plantas en la calle San Indalecio esquina San Bernardino, localidad Santos Suárez, en la Habana, de unos 40 metros de largo por 14 de ancho, donde dispone de todos los equipos y comodidades hogareñas. Condiciones que superan el confort de muchas familias ricas de países del primer mundo.
También es propietario de un automóvil moderno, marca Volkswagen, y en uno de los garajes guarda la carrocería y las piezas de otro.
Paga de su bolsillo una brigada de trabajadores particulares, que cobran mucho más que el salario promedio del país, la que está a cargo de su construcción. En su casa todas las semanas descargan sin ningún problema rastras del Estado repletas de materiales, hasta silos de cemento.
En estos momentos que el gobierno reconoce un déficit de 500 mil viviendas, que más del 60 % del parque habitacional está en malas condiciones y que muchas obras sociales están paradas o abandonadas por falta de materiales, el Sr. González Peña exhibe un lujoso nivel de vida que nada tiene que ver con su entorno, donde el deterioro de las viviendas demuestra la miseria en la que sobrevive el pueblo y las limitaciones del gobierno para solucionar problemas elementales por escases de recursos.
Fue precisamente el alto oficial Peña (unos dicen que es mayor, otros teniente coronel) quien en la tarde del pasado viernes, 21 de marzo, me ofendió a gritos en plena vía pública y delante de mi hijo de 6 años de edad, animado por la compañía de 4 ó 5 de sus empleados. El pretexto de su acción fue simplemente que le devolví la mirada sin otro gesto, mientras caminaba por frente a su casa.
Mientras él me faltaba el respeto con groserías calumniando mi hombría y llamándome contrarrevolucionario, mi respuesta fue la misma a cada uno de sus insultos: “tú le robas al pueblo, ladrón”. Llegó al punto de amenazarme con meterme preso y con matarme.
Después de esa desagradable situación me personé en la unidad de la policía conocida por “Aguilera”, donde aceptaron mi denuncia y dijeron que le darían curso a la investigación de lo sucedido. El comprobante registra que la denuncia fue tomada por el subteniente carpeta Yunier Mora Díaz y que es la # 14317.
Ignoro si el militar Peña actuó por propia iniciativa o bajo las órdenes de la seguridad del estado, con la intención de boicotear el Encuentro entre Cubanos que planificamos realizar en los próximos días. El desenlace final de las autoridades aclarará la duda.
Espero que la indiferencia y el hacer la vista gorda no sea la solución a este grave hecho, pues ocurrió ante la presencia de mi pequeño niño y en medio de la calle delante de los vecinos. Además, por su profesión este personaje está encargado de velar por el cumplimiento de la ley, de sancionar a los militares que la violen, y porta un arma de fuego que por lo demostrado está presto a utilizar para agredir a cualquiera aunque no existan motivos.
“Revolucionarios” como el Sr. González Peña ignoran la alerta de su líder histórico, quien aseguró hace pocos años que los funcionarios corruptos son sus mayores enemigos. La impunidad con la que actúan desmiente la supuesta campaña contra las ilegalidades en la que dicen estar enfrascados los principales dirigentes del Estado.
¿Qué sentido tiene que el gobierno firme los Pactos relacionados con los Derechos Humanos de las Naciones Unidas si tolera sin ningún reproche este tipo de violaciones?
Nota: Envío foto de la mansión y del automóvil del alto oficial del ministerio González Peña y copia del comprobante de la denuncia.
La Habana, 23 de marzo de 2008.
Uno de los mayores obstáculos a sortear por aquellos que aún creen en la llamada revolución es el daño que les causan algunos funcionarios del Estado que, investidos de poder y bajo el disfraz de proletarios, destruyen la poca credibilidad que queda de ese proceso en la población.
Estos personajes con su actuar corrupto e ilegal y su estilo de vida muy por encima del de sus conciudadanos, hacen que muchas personas terminen por quitarse la venda de los ojos. Se tornan referentes sociales de desigualdad y, en consecuencia, verdaderos focos de descontento e inconformidad popular.
Tal es el caso del alto oficial del ministerio del interior que se apellida González Peña. Sr. que, según dicen, es fiscal militar y está terminando de construirse una mansión de dos plantas en la calle San Indalecio esquina San Bernardino, localidad Santos Suárez, en la Habana, de unos 40 metros de largo por 14 de ancho, donde dispone de todos los equipos y comodidades hogareñas. Condiciones que superan el confort de muchas familias ricas de países del primer mundo.
También es propietario de un automóvil moderno, marca Volkswagen, y en uno de los garajes guarda la carrocería y las piezas de otro.
Paga de su bolsillo una brigada de trabajadores particulares, que cobran mucho más que el salario promedio del país, la que está a cargo de su construcción. En su casa todas las semanas descargan sin ningún problema rastras del Estado repletas de materiales, hasta silos de cemento.
En estos momentos que el gobierno reconoce un déficit de 500 mil viviendas, que más del 60 % del parque habitacional está en malas condiciones y que muchas obras sociales están paradas o abandonadas por falta de materiales, el Sr. González Peña exhibe un lujoso nivel de vida que nada tiene que ver con su entorno, donde el deterioro de las viviendas demuestra la miseria en la que sobrevive el pueblo y las limitaciones del gobierno para solucionar problemas elementales por escases de recursos.
Fue precisamente el alto oficial Peña (unos dicen que es mayor, otros teniente coronel) quien en la tarde del pasado viernes, 21 de marzo, me ofendió a gritos en plena vía pública y delante de mi hijo de 6 años de edad, animado por la compañía de 4 ó 5 de sus empleados. El pretexto de su acción fue simplemente que le devolví la mirada sin otro gesto, mientras caminaba por frente a su casa.
Mientras él me faltaba el respeto con groserías calumniando mi hombría y llamándome contrarrevolucionario, mi respuesta fue la misma a cada uno de sus insultos: “tú le robas al pueblo, ladrón”. Llegó al punto de amenazarme con meterme preso y con matarme.
Después de esa desagradable situación me personé en la unidad de la policía conocida por “Aguilera”, donde aceptaron mi denuncia y dijeron que le darían curso a la investigación de lo sucedido. El comprobante registra que la denuncia fue tomada por el subteniente carpeta Yunier Mora Díaz y que es la # 14317.
Ignoro si el militar Peña actuó por propia iniciativa o bajo las órdenes de la seguridad del estado, con la intención de boicotear el Encuentro entre Cubanos que planificamos realizar en los próximos días. El desenlace final de las autoridades aclarará la duda.
Espero que la indiferencia y el hacer la vista gorda no sea la solución a este grave hecho, pues ocurrió ante la presencia de mi pequeño niño y en medio de la calle delante de los vecinos. Además, por su profesión este personaje está encargado de velar por el cumplimiento de la ley, de sancionar a los militares que la violen, y porta un arma de fuego que por lo demostrado está presto a utilizar para agredir a cualquiera aunque no existan motivos.
“Revolucionarios” como el Sr. González Peña ignoran la alerta de su líder histórico, quien aseguró hace pocos años que los funcionarios corruptos son sus mayores enemigos. La impunidad con la que actúan desmiente la supuesta campaña contra las ilegalidades en la que dicen estar enfrascados los principales dirigentes del Estado.
¿Qué sentido tiene que el gobierno firme los Pactos relacionados con los Derechos Humanos de las Naciones Unidas si tolera sin ningún reproche este tipo de violaciones?
Nota: Envío foto de la mansión y del automóvil del alto oficial del ministerio González Peña y copia del comprobante de la denuncia.
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