Wednesday, September 17, 2008

PROGRAMA DE ASISTENCIA HUMANITARIA

Quienes hemos decidido reunirnos en torno a, o apoyar al proyecto Límite Humano, y más concretamente a este modesto Programa de Asistencia Humanitaria, concebido por el Centro de Salud y Derechos Humanos Juan Bruno Zayas, y conectado al programa de igual naturaleza que anima el Partido Solidaridad Democrática, partimos de la evaluación de la situación social y económica creada para cientos de miles de cubanos en todo el país, tras el paso de los huracanes Gustav e Ike.

Como se conoce, la situación es realmente desastrosa. Su magnitud demanda declarar zonas de catástrofe algunos de los lugares más devastados, y abrir al país a la ayuda internacional de emergencia. Esto no ha sido así, aunque un número creciente de países e instituciones ha venido ofreciendo ayuda a los cubanos. Les damos nuestro agradecimiento, al tiempo que reconocemos la diligencia de las autoridades de Cuba a la hora de evacuar a los pobladores de las zonas más vulnerables, y le saludamos al aceptar, por primera vez, la ayuda ofrecida por Naciones Unidas. Quizá una señal de la crisis humanitaria que se avecina.

Es claro, sin embargo, que el gobierno cubano no ha actuado con toda la sensibilidad humanitaria que demanda la situación creada, cuando no convoca a toda la comunidad internacional, como hizo el gobierno de Haití, y cuando se niega a recibir ayuda del gobierno de los Estados Unidos con el pretexto de un embargo comercial que no le impide, por otra parte, hacer compras en ese mismo país de una gran parte de los alimentos necesarios para Cuba. Ante un desastre de semejante profundidad, inédito para la mayoría de las generaciones vivas, las consideraciones políticas o ideológicas deberían desaparecer de inmediato, para dar paso a la generosidad humanitaria que vienen ofreciendo gobiernos, personas e instituciones espantados por el difícil y complejo cuadro que se ha creado para gente indefensa. Esa actitud del gobierno está y puede estar alejando ayuda necesaria para cualquier cubano o cubana, en cualquier lugar de un país ahora siniestrado.

Al trabajar en este Programa conjuntamente, estamos sumándonos a esa labor humanitaria para ponernos al lado de todos los cubanos, ayudarles y cooperar con los más necesitados en la tarea más compleja de la recuperación. Una recuperación que será difícil porque Gustav e Ike ponen al desnudo la precariedad de Cuba como país. Ya no se trata solo de las pérdidas económicas globales o individuales, sino de nuestra capacidad estructural para ofrecer alimento y hogar seguro y confortable a los cubanos. No sería exagerado decir, en este sentido, que Cuba es técnicamente inhabitable, porque el nivel más importante de nuestra seguridad colectiva, que es el de contar con viviendas seguras, está destruido. Algo que pone a la orden del día la urgencia de un serio programa de reconstrucción física de nuestras comunidades.

La constatación es aterradora y resalta claramente la necesidad de que los ciudadanos cubanos comencemos a tomar nuestros destinos en nuestras manos. Hay una relación directamente proporcional entre nuestra sujeción y dependencia del Estado y nuestra incapacidad para afrontar los golpes de las contingencias naturales y recuperarnos en el menor tiempo posible y de manera segura y permanente. Por eso Límite Humano y este Programa están concebidos como proyectos de autoayuda ciudadana que activen y al mismo tiempo capaciten moral y psicológicamente a los ciudadanos para encontrar soluciones frente a los devastadores reacomodos de la naturaleza, de los que por cierto somos también co-rresponsables.

Es evidente que en estos momentos los cubanos necesitamos ayuda de todo el que quiera y pueda ayudarnos. Este Programa está naciendo precisamente para crear redes de autoayuda entre los cubanos, dentro de Cuba, con quienes puedan cooperar con sus compatriotas más necesitados. Nacemos contando con nuestros propios recursos, como modo, también, de despertar nuestro sentido de responsabilidad con nuestras propias vidas. Al mismo tiempo, a través de este Programa, estamos dispuestos a recibir y canalizar hacia las zonas devastadas la ayuda que cubanos en el exterior, personas de cualquier parte del mundo o instituciones no gubernamentales estén dispuestos a enviar para aliviar la situación de cientos de miles de nuestros compatriotas.

Estos miles de cubanos no se niegan a esta ayuda. Algunos de nosotros hemos estado en diversos lugares y el cuadro humano más visible es desolador. Por eso anudaremos nuestros esfuerzos en dirección al desafío más importante ahora: contribuir a aliviar vidas humanas concretas, creando una Canasta Humanitaria. Optar por el camino más sencillo que es el de criticar al gobierno, algo relativamente simple, no es el más recomendable en estos momentos. Nos ponemos en este minuto del lado y solo del lado de la gente necesitada para ofrecer nuestra contribución. Razón por la que algunas de las organizaciones que apoyamos este Programa de Asistencia Humanitaria nos convertiremos en voluntarios de Límite Humano, invitando a que se nos unan todos los ciudadanos que quieran y puedan poner su sensibilidad al servicio de los demás.

Esperamos desde luego que las autoridades no interfieran con esta labor. Límite Humano y este Programa de Asistencia Humanitaria ponen por delante aquella divisa: Aliviar vidas humanas concretas.

Finalmente, esperamos e instamos a las dos instituciones más fuertes y reconocidas de Cuba, el Estado y la Iglesia Católica, a que consideren a la situación actual como de emergencia nacional, por las múltiples zonas de catástrofe dejadas al paso de estos huracanes, y a que soliciten, en consecuencia, ayuda internacional en la mayor envergadura posible.

Organizaciones que copatrocinan este Programa de Asistencia Humanitaria:

Centro de Salud y Derechos Humanos Juan Bruno Zayas
Cubabarómetro: Encuestadora Nacional
Partido Solidaridad Democrática
Comité Ciudadanos por la Integración Racial
Grupo Mediático Consenso
Partido Arco Progresista

16 de septiembre de 2008

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