El clásico. Una derrota mas.

Por Sinue Escolarte
La Habana Cuba.
sinuescolarte@gmail.com

Uno a uno los mitos de los defectos emanados del sistema capitalista que derrumbamos en 1959, se han ido desmoronando. En aquel momento la situación existente era otra, pero la veíamos peor de lo que en realidad estaba por eso con un poco de inducción y una comunicación atractiva y populista, no fue difícil que se nos modificaran muchas costumbres, creencias y conceptos en busca del sueño socialista. Es el gran riesgo que están corriendo algunos países en nuestra zona, ver las cosas como se las pintan.

Uno de los cambios fue la eliminación del profesionalismo en el deporte, con el objetivo de demostrar que era una aberración en lo mas puro del quehacer humano en relación con la actividad física y que por el contrario, se trataba de un derecho del pueblo. De esta forma bajo la batuta del padre-estado, quedó sumergido, atrapado, dirigido también, el deporte, comenzando lentamente la transformación que conduciría a la utilización de sus triunfos, como instrumento político.

Un país pobre, pequeño y bloqueado que es capaz de tener campeones mundiales y olímpicos bajo la bandera del socialismo, habla a favor de este y contribuye a que otros quieran seguir su ejemplo. Pero ?como están las instalaciones deportivas. Que le ofrecen a los que practican y de que libertades disfrutan¿? cual es el resultado en sus vidas largos años de practica deportiva¿

El deporte ha sido mucho mas que una agradable sensación de gloria para los cubanos, una manera de demostrar los logros de su revolución, la fuerza del pueblo y como siempre, las virtudes y los sentimientos del creador de todo en este largo proceso, El Hombre Mas Bueno Del Mundo, que emerge entre los trofeos como una flor que refulgente indica el mejor camino. Mas de una foto del comandante con todas las medallas de un equipo colgándole del cuello han recorrido el mundo. Otro interesante resultado, el engrandecimiento a través de una actividad sana, de la imagen del máximo líder. Hoy, asume en sus reflexiones la culpa de la derrota, porque sabe que sobre él no caerá y eso no es honesto. El cuerpo de dirección al que acusó en su escrito pagará las consecuencias de la debacle por no incrementar en los peloteros el alto espíritu patriótico que ya no consiguen mantener. Es absurdo, a esta altura de la vida de la humanidad para ganar un clásico de béisbol, hay que tener mucho mas que una abarcadora ideología política inyectando a los peloteros.

Pero lo que ocurre en realidad es que dentro de estos sistemas no pueden existir individualidades ni libertades, todo tiene que estar y mantenerse controlado y el deporte profesional, es libre y en él, existen propietarios, y contratos millonarios, con lo que da un mal ejemplo que perjudica la incontrolable necesidad de poder y permanencia que alimenta a los totalitarismos, pudiendo contagiar a otros que lo aprecien y quieran seguir este camino en el que cuando existe un alto rendimiento propio de una descollante aptitud, llega a enriquecer al portador. Un hombre sin limitaciones económicas o políticas no obedece, siendo la obediencia, otro de los pilares que mantienen en lo alto a la elite en este tipo de régimen.

Sin embargo y a pesar de la demonizacion y el deterioro de la imagen de los que se iban convirtiéndose en escoria y mercenarios, desde el mismo inicio revolucionario comenzaron las ¨¨deserciones¨¨ en el deporte cubano y equipos enteros, como el de básquet o el de voleibol, han escapado en busca de su verdadera realización y mejor solvencia económica evitando sentir sobre ellos el rigor de la explotación en nombre de la patria. El bajo porciento en pago que reciben los que aquí se esfuerzan hasta el limite sacrificando familias y gastando su esfuerzo, resulta penoso. El mayor botín, va a parar a manos del estado que luego no rinde cuentas de su destino. Muchos campeones en Cuba no tienen viviendas y pueden verse enganchados en las puertas de los repletos autobuses que ruedan en las calles de la Habana.

El profesionalismo es un trabajo que estimulado por la perspectiva que genera la adquisición de dinero de manera honrada, desarrolla la actividad deportiva a niveles insospechados. Hoy día no existe comparación alguna entre el profesionalismo y el amateurismo, aunque los voceros de los regimenes autocráticos se empeñen en demostrar lo contrario. Ya no engañan a nadie con ese cuento de la bandera y la patria puros. Los cubanos en las grandes ligas además de ¨¨quemarla¨¨ ganan considerables sumas de dinero, e igual ocurre en el boxeo, mientras que aquí el salario es mínimo para los de menos rendimiento, pero que sirven para mantener la serie nacional con la ilusión de hacer el equipo grande y viajar. Son profesionales por que no hacen otra cosa que jugar pelota y son amateur, por los bajísimos sueldos que devengan.

Esto, ha obligado al gobierno a crear una nueva diferencia sobre la igualdad que pregona para frenar las deserciones y hay deportistas que reciben de por vida 300 CUC mensuales y algunos mucho mas. Otros, han exigido al menos una parte de lo que ganan en diversas competencias internacionales en las que pagan sin nunca saber el pueblo cuanto y aunque mínima, en comparación, les llega una cantidad suficiente para vivir diferente, además de recibir diversos privilegios silentes y ocultos para la mayoría. A pesar de esto, es insuficiente en comparación con los que ¨¨desertan¨¨ que pueden ganar millones y aspirar a una vida decorosa luego del retiro y se siguen escapando al exilio para convertirse en ¨¨traidores¨¨ al igual que hacen los médicos y todo el que tiene la oportunidad. ¨¨Glorias deportivas¨¨ viven en la miseria, con retiros insuficientes, entregados al alcohol y abandonados por el estado con lo cual niegan otros de sus preceptos. La justicia social. Finalmente, ni justicia social, ni igualdad y si, explotación del hombre por el estado.

Los jefes de la ola de populismo que recorre americalatina y que la hunde sin dudas en una mayor miseria, se apoyarán en los resultados deportivos de los cubanos para demostrarles a su pueblo, las bondades del modelo que les quieren imponer. La derrota del equipo nacional una vez mas ante experimentados profesionales, los ha dejado con las ganas de seguir engañando a los que subyugados por las consignas, los gritos de victorias y los cantos de sirenas, pueden ver con claridad, como cuando existe un estimulo suficiente y una libertad respetada, se llega mas lejos en el empeño de alcanzar una vida decorosa sin dejar de representar a la patria.