Se extingue la vida del preso de conciencia,
sufriendo de maltratos, torturas y vejámenes,
en una celda bien reducida y mugrienta,
a manos de un grupo de carceleros infames.
Se ensañan con el infeliz, que impotente,
a vestir el traje carcelario se ha negado,
con escasos recursos se defiende,
para terminar desnudo, adolorido y golpeado.
A diario las requisas y el tormento,
la crueldad se manifiesta con delirio,
sin lograr doblegar al digno preso,
bayonetazos se suman al martirio.
No le permiten ver a su familia,
hasta la luz del sol se le ha negado,
insuficiente e infrecuente la comida,
se debilita por día el desdichado.
Al fin le dejan ver la luz del día,
a trabajo brutal se ve forzado,
carente de alimento, atención y medicinas,
pronto enferma y se ve depauperado.
Con suerte, si aún vive, un buen día le liberan,
otros, que allí quedan, menos afortunados,
ante el paredón terminan su martirio,
después que hasta la sangre le han sacado.
Tratando de mostrar, cortos quedamos,
la situación que en Cuba se repite,
es tanta la barbarie, indescriptible,
ante un mundo que mira hacia otro lado.
Nuestro reconocimiento a aquellos presos
ejemplos de dignidad y patriotismo,
ese grupo que ha representado con civismo
a este grupo que poco o nada hemos hecho.
Cástulo Gregorisch
10/22/03
Biscet-Micheleti 2009
ReplyDeleteViva Cuba Libre!