La Habana, Cuba. 9 de septiembre de 2010.
Sr. Barack Obama
Presidente de los EEUU
Es un hecho demostrado el compromiso moral mantenido por las distintas administraciones de gobierno de los EEUU, incluida la suya, con la libertad y el respeto a los derechos de los cubanos. Sólo basta con tomar de referencia el ejemplo de los cerca de dos millones de compatriotas que han recibido la oportunidad de radicarse y vivir decorosamente en su Nación.
Los vínculos entre nuestros países responden a nexos geográficos, históricos, culturales, económicos, sociales y otros, mucho más profundos de lo que las circunstancias de este último medio siglo han permitido. El prolongado diferendo entre ambos gobiernos, norteamericano y cubano, no responde al sentir ni a las aspiraciones de la mayoría de las personas de nuestros pueblos, que desean disfrutar de relaciones normales entre ambas sociedades, y anhelan que desaparezcan, de una buena vez, las consecuencias perjudiciales provocadas por los estrechos intereses que apuestan por el distanciamiento antinatural de nuestras naciones.
Por esas razones y motivados por la responsabilidad y el compromiso que hemos asumido con el destino de nuestra Patria, todos los firmantes de esta carta le pedimos a usted respetuosamente que apoye nuestra propuesta Consenso Cívico, que le demanda al Gobierno de Cuba la adopción de dos medidas mínimas pero esenciales para el bienestar de la sociedad cubana:
1- El reconocimiento legal de las diversas organizaciones independientes de la sociedad civil.
2- La ratificación de los Pactos de Derechos Civiles y Políticos; y Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas.
El reconocimiento legal de las organizaciones independientes facilitaría la inserción en el acontecer nacional de una gama de organizaciones y proyectos que son excluidos en la actualidad del derecho a participar libremente de la vida nacional. Además, la suma de todos esos actores sociales potenciaría las posibilidades de encontrar soluciones viables para todos.
Mediante la ratificación de los Pactos de derechos humanos de las Naciones Unidas, ya firmados por el gobierno cubano el 28 de febrero de 2008, se garantizaría el respeto a las libertades y derechos fundamentales de las personas. Esta situación exhibe hoy un panorama desfavorable que se traduce en penurias para todos los ciudadanos.
Con el testimonio de nuestra más alta consideración,
Miembros de la sociedad civil firmantes de Consenso Cívico
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