“CONDENADO A DOS AÑOS DE PRISION ¡POR TATUARSE¡”
Por Jaime Leygonier.
En juicio sumario y secreto el tribunal del pueblo habanero de Artemisa condeno el 8 de mayo a dos años de prisión al activista por los derechos humanos Mikel Bencomo Rojas, de 26 años de edad, vecino de calle 2 entre 1 y 2, Las Cañas, Artemisa. Según informa el también activista Héctor Cruz Hernández.
Esta condena por supuesto desacato y resistencia al policía que lo provoco a pelear culmina un acoso de 7 meses por agentes de la Seguridad del Estado y policías del pueblo a causa de que Bencomo Rojas se hizo tatuar en la espalda un letrero que reza:” ¡Abajo Fidel¡”.
Desde entonces las autoridades lo sometieron a frecuentes arrestos, amenazas de condenas a prisión, citaciones para el cuartel, expulsión de la escuela de adultos en que cursaba 12 grado y aterraban con visitas y amenazas a la madre y a la hermana de Bencomo .
Lo arrestaron al mediodía del miércoles, lo condenaron en la mañana del jueves 8 en juicio a puertas cerradas - que solamente permitieron presenciar a la madre y la hermana de Bencomo – y sin abogado defensor, ¡ni designado de oficio¡, ni testigos de descargo, y lo condujeron al penal de Melena, donde comenzó su condena antes de las 24 horas de su arresto.
El opositor pacifico que informa desde Artemisa, Hector Cruz Hernández, declara: “Mikel Bencomo cayo en la trampa que le tendieron, por inexperiencia sobre los métodos de estos represores. Desde que se tatuó lo acosaron y a su madre y hermana. El principal encargado de acosarlo fue el oficial Luis Vitali, jefe de sector de la Policía Nacional Revolucionaria, de el vecindario de Bencomo, el poblado de Las Cañas. El 7 de mayo Vitali hablo con la hermana de Bencomo para que trasmitiera a este una citación verbal. El mismo día, a mediodía, Bencomo fue ante el cuartelillo y dijo al oficial Vitali que dejara en paz a su hermana y a su madre, que no les faltara mas el respeto, el oficial lo insto a entrar y en el interior, ante varios policías, lo provoco hasta que llegaron a las manos. A Bencomo lo condujeron esposado ante todo el pueblo en una camioneta de transporte de pasajeros y lo mantuvieron incomunicado en un calabozo de la unidad policial de Artemisa hasta que lo enjuiciaron a la mañana siguiente. En arresto anterior, siempre por causa del tatuaje, el oficial Luis Vitali le prometió a Bencomo:”Te voy a meter preso, te voy a desaparecer.” A mi también me cito la policía para el 9 de mayo y me levantaron un “acta de advertencia” por “andar con elementos antisociales” y el sábado 10 cazaron a las 6 de a tarde en sus hogares a los activistas Fidel Mojena y Raúl Rivero, los metieron en el calabozo y los soltaron al otro día, domingo Día de las Madres, a la 1 y pico de la tarde, todo por el “delito” de que pensaron asistir ese día a la iglesia de Santa Rita para entregarle una postal a las Damas de blanco.”
La resistencia a un policía es objeto de condenas severas en juicios sin garantías en que según opinión pública es imposible que nieguen la razón al policía. Aplican los delitos de “desacato a la autoridad”, “resistencia” o “atentado”. El Código Penal cubano también considera desacato criticar o expresarse en forma insultante sobre “dirigentes de la Revolución” - especialmente d el Comandante en Jefe.
Según informan perjudicados, es práctica frecuente de los policías en la vía pública o – preferentemente – dentro de sus cuarteles agredir o provocar a pelear a quienes arrestan o se quejan de ellos y luego acusarlos o amenazarlos con acusarlos como si estos agredidos fueran los agresores.
Otras personas con “tatuajes subversivos” refieren que son arrestados frecuentemente o secuestrados por policías o desconocidos de civil que incluso les producen quemaduras para borrarles los tatuajes. Tales son los casos de Pedro Calderin Mirabal, en la ciudad de Cárdenas, y de Yuri Martínez Sánchez, en La Habana.
Tras arresto anterior el 30 de abril. Mikel Bencomo Rojas me informo: “¿Por qué me hice el tatuaje? La policía arresto a un amigo porque alquilaba películas para video, me acerque a el, que lo tenían ante la Unidad policial de Artemisa,” ¿Que te paso?”, mire dentro de la caja de las películas y de pronto tres policías de civil, sin decir palabra, me golpearon contra el muro y uno me estrangulaba, me queje y me amenazaron con acusarme por “desacato y resistencia”, me hicieron un gran hematoma. Nunca me hice ningún tatuaje, al día siguiente me hice tatuar “¡Abajo Fidel¡”porque fue un desahogo, la única cosa que se me ocurrió para quitarme el nudo de la garganta que me ahogaba.”
La Habana, 12 de mayo, 2008.
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