Por Dr. Darsi Ferrer, dir. Centro de Salud y Derechos Humanos ¨Juan Bruno Zayas¨.
La Habana, 16 de junio de 2008.
Un apagón sorprendió a los cirujanos del Hospital Díez de Octubre, en la Capital Habanera, mientras operaban a los pacientes programados en el turno electivo, el pasado 10 de junio.
Esa mañana, como de costumbre, los urólogos habían comenzado a operar uno de sus casos. Cortaron la piel en la parte baja del abdomen y separaban la aponeurosis del músculo, para llegar a la vejiga y extraer el cálculo.
De repente el campo operatorio se oscureció y durante los 45 minutos que duró el corte del fluido eléctrico, a los cirujanos no les quedó otra alternativa que suturar la herida y hacer que le retiraran la anestesia al enfermo y lo desacoplaran del respirador mecánico.
Cuando se restableció la luz, el anestesista durmió al paciente, volvieron a entubarlo y finalmente la intervención quirúrgica pudo ser realizada.
Según el comentario de los médicos, tuvieron suerte a pesar de todo. El enfermo resultó tener en la vejiga, además del cálculo, un tumor que sangró bastante durante la operación y no imaginan que habría sucedido si el apagón los sorprende en ese momento crucial.
El imprevisto también le sacó un buen susto a los ortopédicos y a los oftalmólogos que en los salones contiguos también estaban en plena faena quirúrgica.
Después del incidente se supo que desde hace días está rota la planta suministradora de electricidad del hospital para casos de emergencia. Aún así, en la institución médica decidieron continuar con las actividades rutinarias.
La directiva del centro alega que el día antes había hablado con los encargados de la compañía de electricidad para que no les retiraran el fluido pero, según dicen, un trabajador de mantenimiento por desconocimiento del arreglo les cortó el servicio.
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