Por Dr. Darsi Ferrer Ramírez.
Acompañada de oficiales de la policía, una funcionaria de la entidad de vivienda municipal se presentó en el domicilio que desde hace más de 10 días ocupa ilegalmente la Sra. Iris Cabrera Llaguna, para advertirle que sería desalojada a la fuerza, junto a sus dos pequeños niños, de no salir del inmueble hoy, martes 30 de mayo, antes de las tres de la tarde.
Iris Cabrera es una joven que padece de trastornos psiquiátricos y de epilepsia, y sus niños de asma bronquial severa y desnutrición. Desde el año 1999 esta familia vivía hacinada en un pequeño cuarto junto a otras nueve personas en un albergue de tránsito, con todas las incomodidades propias del reducido espacio. Incluso dormían en el suelo.
El apartamento invadido por la joven y sus niños está inhabitado hace más de cuatro años. Se ubica en la calle San Bernardino # 265, entre Serrano y Durege, en el barrio Santo Suárez. La misma zona que días atrás fue severamente afectada por la inundación y en ningún momento aparecieron los funcionarios del estado ni los miembros de otras organizaciones del estado para asistir a los damnificados por la contingencia, esos mismos personeros que a las tres pm patearán a los niños y su mamá echándolos a la calle.
La ayuda ofrecida por el gobierno a los vecinos afectados del lugar consiste en: la venta de raciones de comidas a seis pesos cada una, mal elaborada y con poca cantidad por dos días; la venta de dos libras de arroz, una de azúcar blanca y una de azúcar prieta en la bodega; la venta de colchones personales de poliespuma a doscientos treinta y tres pesos cada uno.
Dada la situación descrita, se teme por la integridad física de la joven enferma Iris Cabrera y de sus desvalidos niños de cinco y siete años respectivamente. Esos infelices solo reclaman el derecho a vivir con un mínimo de decoro, tal y como tiene derecho cualquier persona.
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