El Hombre Más Bueno Del Mundo.
Por Sinue Escolarte
La Habana, 29 de julio de 2008.
Si es verdad que la música es el alma de los pueblos, América Latina la tiene muy alegre y Cuba, es la mas feliz de todas las naciones.
El son, la cumbia, el joropo, la zamba, el merengue la salsa y muchos mas, demuestran lo cierto de la primera afirmación.
La segunda, podemos corroborarla con la gran cantidad de grupos y orquestas con altísima calidad que pasean nuestra música por todo el mundo y también, por los Grammy Latinos obtenidos de manera recurrente, por los artistas de esta isla.
La alegría entre otras, es una característica innata de los pueblos del Caribe y forma parte de su idiosincrasia, así como la sobriedad, el silencio, la adecuada observación y el riguroso cumplimiento, lo es de los europeos, por solo poner un ejemplo.
Cada continente tiene diferentes características y el nuestro sin dudas, es el mas alegre de todos.
Al cubano nunca ha sido necesario inyectarle alegría, nació con ella. ¿Cuantas veces hemos escuchado decir que nos reímos de todo, hasta de las desdichas que enfrentamos?.
Y es muy cierto. Hacemos chistes sobre el camello, esa famosa rastra usada como ómnibus y que tanto nos hace padecer por su incomodidad y el calor que nos revuelve en su interior. Nos reímos y chisteamos de la corriente que nos dejó sumido en la oscuridad por largas horas. O de las necesidades generales que nos agobian, en cualquiera de sus manifestaciones. Y hasta del añoso presidente que aun nos gobierna y de este, con record personal. Sobre ningún otro mandatario, recaen mas anécdotas chispeantes y con doble sentido que sobre el nuestro. Es lógico, son casi 50 años de gobierno dictatorial. Es el colmo cubano, reírse de quien nos ha hecho pasar tanto y por tanto tiempo. Pero los cubanos, somos así.
En Cuba la alegría no había que propagandizarla ni anunciarla por los medios de difusión. En cualquier esquina se oía sonar la música de las vitrolas, que no faltaron nunca en las muchísimas bodegas que rodeaban las manzana de cualquier barrio. Sonaban desde por la mañana con los últimos discos de Panchito Riset, Blanca Rosa Gil, La Aragón o el Benny, hasta la noche que podía terminar con Vallejo, Orlando Contreras o Vicentico Valdés. Un vaso de cerveza Hatuey o Cristal, costaba entonces diez centavos.
Cualquier cuadra cubana insertaba entre sus viviendas pintadas y arregladas por sus dueños,
infinidad de comercios. Tintorería, quincalla, joyería, puesto de fruta, casa de empeño, cafetería, hielera, bar, sastrería, costurera, zapatero, barbería, tren de lavado chino y hasta carbonero. Los que vendían duro frío completaban el escenario. Estos y mas podían existir, en una sola de nuestras cuadras, la mía, era así, sumadas las dos aceras. Jamás las calles se recorrieron tan llenas de baches como ahora, que casi son intransitables
Desfilaban por ese mismo espacio. El tamalero, el heladero, el manicero, el florero, el dulcero el panadero, el caramelero, el frutero, el periodiquero, el afilador de tijeras, el estirador de bastidores y el peculiar personaje con el que todos se metían con algún apodo y que corría entonces, tras los muchachos a los que nunca alcanzaba, para hacer reír a todos los que ya lo conocían. Pasaba siempre a una hora fija y se hacia el desentendido, pero en el fondo le gustaba. Era esa su manera de sentirse importante.
El de mi barrio se nombraba Kid Gavilán, que nunca había boxeado o lo noquearon en su primer intento, pero aseguraba que el si era El Kid y por su puesto, el grito de
El cuadro lo completábamos los niños y jóvenes que al salir de la escuela nos reuníamos a jugar a las cuatro esquinas, al taco, a la viola, a las bolas, al trompo, a la chiringa y a los policías y ladrones, o al pon y los agarrados, mas propio de las hembras. No faltaban tampoco, la vecina sin hijos que protestaba por todo, haciendo mas evidente su resignada frustración y el cacique, que nos protegía, pero que había que respetar, obedecer y sobre todo, tratar de usted. Todos los barrios tenían un caballero elegante que se paseaba saludando con respeto, en el mío, fue Joseito Fernández el autor de la famosa guajira guantanamera, con su guayabera blanca y su sombrero alón. El juego en la calle, después de las 5 PM por riesgo en otra hora, de ser conducido por el policía que no lo permitía, a la estación, donde tendría que ir a buscarlo el padre. El movimiento que generaban todas estos comercios y personas, ya daba un colorido natural, especial, a lo que nos rodeaba transformándolo en risas y alegrías. Había también pandillas y broncas entre las cuadras que a veces podían ser de gran envergadura.
Al caer la tarde, el olor del sofrito casero, anunciaba el retiro hacia los hogares de los que retozábamos. Aquel olor, que era la suma de todos los que procedían de las casas, de los apartamentos, de los solares y que jamás, hemos vuelto a sentir igual.
Si en cualquier intrincado lugar de La Habana podíamos encontrar este panorama, que decir de las principales arterias de la capital. La calles Reina, Belascoain, Monte, Galiano todas exhibiendo sus diferentes características, todas desde muy temprano mostrando un mar de personas en su ir y venir, un constante comprar y vender, un infinito soñar en ilusiones que podían concretarse si se ponía empeño, esfuerzo y sacrificio, menos que el eterno que se nos pide hoy inalcanzable.
La casa de las cortinas, la de los sombreros, la de los trucos, la de los tres quilos. La calle muralla con sus polacos. Obispo con su atropellar de tiendas y su moderna poesía. Muchas veces los paseos consistían en ir a mirar las vidrieras en familia, de tiendas como. El Encanto, La Época, Fin de Siglo, Flogar etc. Aquellos letreros lumínicos eran un verdadero entretenimiento y las decoraciones con sus adornos, competían entre si en un alarde de luces y sonidos.
Esquinas famosas como la de los Cuatro Caminos, Tejas, Prado y Neptuno, Infanta y San Lázaro o 23 y 12 incluían restaurantes, bares, cafeterías ya de categoría superior, que permitía escoger el lugar para antes de regresar a la casa, ingerir algo ligero y con calidad, como los sándwich del siglo XX o las minutas de cualquier puesto de fritas que además, ofertaban a cualquier hora bistec, papa rellena, tortilla, butifarra, sin que nada sobrepasara los 25 centavos.
Para muchos la vida comenzaba a las 12 de la noche y terminaban entonces, pasando los tragos, en la plazas del Mercado Único, del Vapor, o de Carlos III, donde la sopa china y el arroz frito, eran la mayor atracción. La vida en La Habana comenzaba a las 12 pm. Hoy, duerme a esa hora.
Las prostitutas, tenían sus barrios. El de Colon, La Victoria. Pajarito y los jugadores sus casinos como el Monmatre. La charada se ubicaba, en pequeños locales que ofertaban, cigarros tabacos y algunas confituras dentro de los bares y bodegas. Eran las vidrieras de apuntación, pero mas fácil aun, el bolitero, recogía para los diferentes bancos. Castillo, La China, Colon, Campanario etc. Ellos también aportaban alegría a la manera de cada cual, al deseo y al gusto de cada cual, a la libertad conque debe vivir para sentirse feliz, todo ser humano. Había para escoger.
El cubano diseño así su manera de ser alegre, con su barrio formado por múltiples tipos de personas de diferentes estratos sociales, con aquella alegría comercial mixta, con su mezcla de razas y culturas, con el solar frente a un edificio, con el negro viviendo al lado del blanco y del chino y del gallego, con su limpiabotas y su chicharronero. No existían la cantidad de ruinas que hoy se ven y los barrios como llega y pon, no eran tantos como hoy, 108 en todo el país.
Pero...<> Nada mas cierto que este estribillo.
Uno tras otro fueron desapareciendo todos los comercios, la mayoría intervenidos por el estado, convirtiéndose poco después, en inactivos locales que luego se asignaron para viviendas, quedando solo la huella de aquellos portones que se enrollaban, o algún que otro anuncio lumínico o cartel. En la actualidad, ni eso.
Las bodegas se redujeron al mínimo y no lucieron mas sus múltiples productos, nunca han vuelto a ser bodegas, ni a tener neveras, ni a ofertar refrescos, caramelos y cerveza, ni a exhibir sus vitrolas. Son simples depósitos donde los mandados hacen escala para llegar al consumidor que no tiene variedad, ni calidad, ni respeto con la mayoría de los productos entregados a granel y sin cartuchos para transportarlo. El cubano tiene que llevar su jaba para comprar los dirigidos y escasos productos subsidiados que el régimen le ha impuesto y que ni se parecen a los embulladores que se recibían al principio. La noche, son los mandados de ahora. La mañana, los que nos prometieron y daban al comienzo. La involución paulatina, mezclada entre promesas nuevas, e improvisaciones, seria la formula aplicada a débiles visuales.
Los diferentes vendedores ambulantes, fueron controlados, dejando el vacío de sus pregones, sus sonidos, y sus campanas, de su colorido y alegría. En nada se parecen a los merolicos de hoy, que violando leyes de todo tipo, se esconden en las salas de sus casas, para ofertarnos lo que un gobierno incapaz, no puede.
El cubano prefirió el invierno siempre, por encontrar mas apropiado su clima en esa época, para festejar los carnavales en el paseo del prado, sus fiestas navideñas, con numerosos estanquillos de postales y pan con lechón. Con su día de reyes y las iglesias vivas, haciendo comunión y entregando comida y juguetes para los mas pobres y para los que no lo eran tanto, ayudando a mantener la ilusión y los sueños en los niños, que con increíble fantasía, esperaban cada año, al menos un regalo que saliera del imaginario bolso de alguno de aquellos tres reyes magos, como recompensa por haber cumplido sus tareas, ser aplicados en los estudios, tener una buena conducta en la escuela y ser respetuosos y cariñosos con sus padres y maestros. No tenían cuando eso, ninguna consigna que gritar para demostrarlo. No existía el hombre nuevo.
Se conseguía con aquellos detalles, estimularlos para que fueran mejores. No era obligado que pareciesen a nadie para ser superiores como ahora que la meta inducida es El Ché. Sin embargo, en general, desde los mas o mejor educados, hasta los que vivían en una ciudadelas o contaban con menos cultura, trataban a sus mayores de usted. Era muy raro que esto no fuera así y se hacia casi inexistente las consabidas malas palabras que hoy, son parte del lenguaje común y cotidiano, del ¨hombre nuevo¨, inventado por el proceso, el mismo que grita frente a la oficina de intereses, insultos e improperios dirigidos, que tiene consignas y ofenden sin saber porque y se vulgarizan con una agresividad inexplicable, sembrada por la doctrina de una ideología falsa y rutinaria.
Después del triunfo revolucionario, de inmediato apareció la "igualdad" en la escasez, en la pobreza y con ellas, el juguete por la libreta de abastecimiento, por el numero de la bodega. Al que la suerte lo ayudó le tocó el mas bajo número y la posibilidad de comprar antes, al que no...
Teníamos derecho a un juguete básico y dos adicionales, pero solo los primeros alcanzaban los mejores. Al parecer, ya estábamos afectados por el bloqueo, o mejor por la imposibilidad de organizar sensatamente la distribución para que todos y cada uno pudiéramos tener iguales opciones. Era la igualdad, desigual. Desde ya quedaba demostrado aunque no se veía, que la igualdad era solo un pretexto, una mentira. Pero desgraciadamente, no lo veíamos.
Simultáneamente surgió la revendedora de números bajos, con el cual, el que podía, compraba algún triciclo o bicicleta pequeña que eran unas pocas, sin tener que hacer la inmensa cola. Ya desde aquí, muchas madres se veían obligadas a sacar provecho económico, nada menos que del juguete que le tocaba a su hijo, sobre todo, si tenia varios y no podía adquirirlos debido a su pobre entrada. Después, el comprador se hacia cliente fijo y se lo separaba de un año para el otro. Increíble modificación del día de reyes. De aquellos sueños que nos negábamos a descubrir, de aquellos reyes que queríamos que siguieran existiendo, a la cruda realidad que se nos imponía. Parte de nuestra imaginación, se fue desvaneciendo, hasta que desapareció también. Nunca mas se ha creído en los reyes.
Por su puesto, el niño tenia un papel protagónico en la compra y hasta escogía su juguete después de hacer su cola llorando cuando no alcanzaba el que quería. En cuanto se diferenciaba esto, del niño pobre del sistema anterior, que sus padres no tenían para comprarles con igualdad ?.
Fue así que de golpe, sobraron también las jugueterías, pulverizándose la ilusión y la alegría que esto proporcionaba tanto a los niños, como a las familias cubanas. Años pasaron sin que existiera un solo lugar en el que se pudiera adquirir un juguete fuera de la época en que te lo ¨asignaban¨ por la libreta. Ahora, tampoco abundan y los precios, no están al alcance de los salarios medios de la mayoría de los trabajadores. Muchos niños ayer, tenia al menos el que les regalaban en las iglesias. A muchos niños hoy, sus padres no se los pueden comprar y no se ha vencido la desigualdad. El hijo del internacionalista, del embajador o diplomático. El del militar de escala alta, puede comprárselo fuera. El hijo del dirigente, lo ha tenido siempre ocultos para la sociedad.
Se erradicaron también, otras formas de alegría popular como la noche buena, las pascuas, esperar en familia el 31 de diciembre, la semana santa, el 20 de mayo y otras que por no resultar del agrado y la conveniencia del actual gobierno y lo que perseguían, fueron dejando de ser festividades llegando a tildarse de burgueses y contrarrevolucionarios, a los que las mantenían, que de esta forma, pasarían a la clandestinidad. Poco a poco, se irían transformando los métodos y las formas de generarse la alegría en los cubanos que debía partir, de las promesas, las asignaciones y las donaciones que gentilmente nos hiciera el actual modelo. Se llegó a considerar como un merito político, pasar el 24 y 31 de diciembre, alejado de tus familiares en algún trabajo voluntario. Para eso menesteres, eran escogidos los ¨mejores¨. Otra de las tantas paradojas que servían para que entendiéramos menos cada vez. Los mejores a lo peor. Que absurda ceguera. Yo lo acepte y lo hice.
Se perdían cuando lo aceptamos, años de costumbres y tradiciones, sustituyéndose con pretextos políticos, por otras fechas alegóricas a guerras, muerte, catástrofes, luto.
El 1 ro de enero, 24 de febrero, el 13 de marzo, el 4 de abril, el primero de mayo, el 14 de junio, el 26 de julio, 13 de agosto, 5 de septiembre, el 10 de octubre, el 30 de noviembre, el 2 de diciembre. No existe ningún mes en que no se conmemore alguna fecha histórica, que recuerde mártires o hechos y acciones revolucionarias o desastres históricos. El programa de la televisión "Este DIA" muestra diariamente, efemérides que nadie recuerda, intercaladas con otras bien repetidas y algún que otro mártir que nadie conoce.
Lo importante es mantener la calamidad constante en la mente del pueblo, para que sientan como un regalo, la nuevas satisfacciones que recibirán en el verano. Es el aplauso que escuchamos por la alegría después de 16 horas sin corriente. El aplauso insólito, que parió la conformidad.
El año entero, diariamente a toda hora, nos llega por los diferentes medios informativos. La guerra de Irak, las muertes en Afganistán, los desastres que matan y destruyen ciudades enteras, el hambre africana, los abusos sexuales y la explotación de niños, las violaciones de derechos de los indígenas, los escándalos políticos en los Estados Unidos, las debilidades de la Unión Europea.
El mundo nos parece un inmenso sufrimiento. El holocausto, siempre está próximo, las destrucciones y la muerte, son lo cotidiano.
Nadie disfruta de nada en la tierra, no existen éxitos ni alegrías en ninguna parte, nadie excursiona, viaja, veranea, vacación libremente, escogiendo el lugar con sus recursos y limitaciones. Para los cubanos, esa información, no existe.
Tampoco existe esta.
El índice de suicidio en la etapa revolucionaria, alcanza los máximos peldaños a nivel internacional. Entre 1970 y el 2000, el porcentaje de muertes por suicidios, estuvo siempre sobre 11,8,por cada 100.000 y llego ser de 23,2 en 1982. Los intentos suicidas en ese mismo año sobrepasaron los 300, solo en ciudad de la habana. Las mas recientes estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud {OPS}, confirman a la isla ¨vacilón¨, con la mayor taza de suicidios con 18,1, al término del 2005.
Pero ahora ¨llegó el calor del verano¨ con las vacaciones escolares y se despliega una intensa propaganda, relacionada con el bienestar y la alegría del pueblo, que serán auspiciadas por el gobierno, la unión de jóvenes comunistas y el partido comunista, para entregarles, innumerables actividades de sano esparcimiento, que les permitirá recuperar la carga necesaria, para continuar su dura, bloqueada, sacrificada y pobre vida.
En el marco del verano y dentro de las principales celebraciones, estará por su puesto, el cumpleaños de El Hombre Mas Bueno Del Mundo.
Se ofrecerán a los jóvenes. Juegos callejeros, planes de la calle, bailables al aire libre con famosas orquestas, estrenos de películas, ferias agropecuarias, actividades deportivas, actos de magia, maratones, carreras de bicicletas, campismo popular, ofertas gastronómicas variadas. La televisión de verano mostrara innumerables programas, películas y musicales, así como novelas teatros, etcétera. Ni la alegría es nuestra, creada por cada uno de nosotros independientemente. Ella, también es colectiva y aportada, asignada.
Habrá trabajo para estudiantes y pioneros que colaborarán tanto con el ahorro de materia prima, como con la higiene y epidemiología en la campaña contra el mosquito, ""donando"" parte de su tiempo de descanso, en franca contradicción con que están de vacaciones y con la explotación laboral infantil que tanto criticamos. No se trata que se beneficie el pueblo. Esto es solo una pantalla. Es sembrar en ellos la obediencia y agradecer lo limitado que vivimos, y lo bueno que es el régimen que nos mantiene. Esa es la idea, ni de vacaciones pueden sentir que las tienen. Y el que no lo haga así, no acumula meritos para pedir la carrera que desean estudiar. Es el eterno chantaje en que vivimos desde que se nace aquí.
Aunque se nos anuncia que el producto interno bruto creció y se compraron 600 ómnibus chinos, la otrora famosa y bien limitada vuelta a Cuba, no se recuperó jamás y las pocas personas que viajaron a los países socialistas con itinerario controlado como turistas, ya no lo hacen. El turismo para el que trabajan miles, no existe para su disfrute. No podemos cantar entonces aquella famosa canción que en los inicios era fija en nuestros oídos. Conozca a Cuba primero y al extranjero después...
A pesar de que ahora somos amigos de Venezuela, China y Bolivia, no hay un convenio para hacer turismo a esos países, ni a ninguno de los tantos que estamos ayudando, ni tenemos libertad para viajar. Ellos si poseen la que no gozamos nosotros, hacerlo hacia el nuestro. Tampoco comprenden como después de haber compartido sus casas en el cumplimiento de una misión internacionalista, jamás podremos regresar ni aunque deseen invitarnos. Nos obligan a conocerlos, a hacer amistad y amarlos y luego, sin la mas mínima compasión, nos impiden volver a intercambiar.
Podemos ir a trabajar casi gratuitamente a esos países, mandados por el estado que recoge los beneficios políticos y económicos. Pero no hacerlo de vacaciones, o de visita, controlados por el estado.
Donde esta la verdad?
En Cuba el gobierno escoge, decide y controla, como debe divertirse y ser alegre el pueblo, poniendo el, los lugares y ofertando lo que considera mejor y mas conveniente, siempre después de un despliegue propagandístico, que incluye la mesa redonda informativa, donde algunos preparados dirigentes disertaran, una y otra vez en el esfuerzo que hace el estado y las bondades y sacrificios de las organizaciones políticas para que el pueblo disfrute su verano, iniciándolo con una gran orquesta en la tribuna antiimperialista, en un verdadero alarde de ironía.
Un año entero entre penurias, escasez, dificultad para todo, incomodidad personal y social, informaciones tristes, frustrantes y dirigidas, perdida de las ilusiones, carencia de perspectiva, esperanzas perdidas, incumplidas, corrupción obligada, sostenida, mal trato generalizado, indolencia, mentiras, miedo, chantaje y de pronto, llego el calor del verano y disfrutaremos de las opciones que nos brindan, que nos ofrecen, que nos regalan.
En los días próximos a la principal celebración se le otorga la sede por el 26 de julio a un municipio con calles destruidas, edificios y fachadas que dan pena, ínfima o nula posibilidad decente de recrearse, por no existir teatros, por estar la mayoría de sus cines cerrados, por no tener un solo restaurante apropiado al que acudir, con los parques destrozados y sin uno solo de diversión para niños. En que condiciones están entonces, los que perdieron la emulación?. Pero hay que rotar al ganador, todos los años, rota. A todos nos gusta sentir la sensación de triunfo y festejar...el engaño. La mayoría no sabe porque se gano la emulación.
En el municipio agraciado, se hará una feria agropecuaria y esperaremos con orgullo en una fiesta gigante, con pipas de cerveza dispensada de la peor calidad y variadas orquestas, el feliz advenimiento del simbólico triunfo del asalto al Cuartel Moncada, todo con mucha alegría, y de paso, se congestionaran los hospitales cercanos de muchos heridos y algún que otro muertecito.
En espera de tan importante fecha se incrementaran las salidas en tren {el viejísimo y lento lechero} para las playas del este, se reforzará el camello y se entregará, como si no fuera vendido, una libra mas de pollo. Se dará un cuarto de libra de pollo en sustitución del picadillo texturizado[?].Tocará un paquete de perrito por persona y el pescado no fallará a 11 onzas por persona después de tanto tiempo sin recibirlo. El pan con nuevas técnicas entregadas a las panaderías, dejará de estar verde y duro, aunque seguirán recibiendo uno por persona, hasta que tengamos mas disponibilidad de harina. Por la libre, a precios superiores, el que desees, sin el obstáculo de la harina. El chocolatín, bien caro, seguirá con su precio y se acumulará en las bodegas, recibiéndose como el mes pasado, un cuarto de libra de aceite por persona, un jabón de lavar y los ocho huevos de siempre mas dos a mayor precio, asi completaremos 10. El vinagre es, claro, por la libre ácidos tenemos que estar. La canasta básica de la provincia La Habana a solo minutos de aquí, es increíblemente inferior y para el interior se come soga de verdad. Los dirigentes reciben en sus casas una especial y compran en las tiendas con tarjetas de creditos. Solo ir a 5 ta y 42 o tercera y 70 y los verán desfilar. Aquí tenemos una maravillosa muestra de igualdad. Por esta igualdad llevamos casi 50 años luchando contra el imperialismo.
Después de tanto trabajo y dificultades, con la escasez constante en nuestras vidas, pegada como la hiedra, algún gesto que consiga modificaciones, por mínimo que sea, logra crear una diferencia que hace que lo ínfimo, sea visto a otra altura. Produciéndose un efecto final de mejoría notable, en algo que realmente no lo es. Porque la vida diaria del cubano, continúa arrastrando de manera rutinaria y monótona y en algunos casos incrementando, sus sufrimientos e insatisfacciones, cediendo cada vez mas su ya limitada libertad
Pero la opinión publica internacional, nunca sabrá la verdad. A través de los posibilidades de comunicación que tiene en sus manos el estado, la alegría desbordará a todos en el país, confiados, conformes, contentos y alegres y así lo demostrarán los diferentes maratones, las carreras de bicicletas, las orquestas con las fiestas populares en todos los municipios, el acto central repleto de personas por el 26 de julio, la tribuna antiimperialista con su monte de las banderas y el acto por el nuevo aniversario del triunfo de la revolución. Uno mas. Eso es lo que verán, nunca las calles destruidas, la tristeza, la mentira, la pobreza, la doble moral, las penurias y el hambre. Eso lo vemos y sentiremos nosotros, con mucha nostalgia por la separación de los que están alejados o desterrados y seguirán así no sabemos hasta cuando, ni cuando nos volveremos a ver reunidos en familia, con la felicidad que siempre tuvo el cubano y que hace mucho, sin darse cuenta, perdió.
Intrigados por los rumores, las esperanzas y el deseo de que alguna vez recibamos una noticia que de veras ponga en nuestras manos algún beneficio objetivo, algún bienestar probado, alguna alegría verdadera, esperaremos con curiosidad, con ansias, las esclarecedoras reflexiones de quien ya cumplió sus 81 años y en mas de la mitad de ellos, a sosteniendo las riendas del país y con su sabiduría única debiera recibir, el premio Nóbel de las emociones, porque a podido transformar la alegría del cubano, aquella del barrio, la frita, la vitrola y la comparsa, en otra mucho mas alegre, de actividades y marchas políticas, de reclamos y protestas, de destrucción tristeza, guerras y muerte, demostrándonos a todos, no solo su inteligencia, sino que con sus constante preocupación por los demás, es y seguirá siendo, hasta que Dios quiera "El Hombre Mas Bueno del Mundo"
1 comment:
Gracias Alfredo por este post, que triste la vida de nuestros hermanos en la isla, la comparacion con la Cuba de ayer y la de ahora me partio el alma, lo unico que nos queda es preguntar, hasta cuando Dios mio? hasta cuando..
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