Por Sinue Escolarte
La Habana, Cuba
sinuescolarte@gmail.com
Es característico de los intentos de socialismo hasta hoy conocidos, embullar al pueblo con ideas nuevas y promesas atractivas. Esperanzarlo con una mejor vida, aprovechar los errores y las imprecisiones que cometen otros tapando los propios, comparar lo que hacen siendo la obligación que adquirieron al imponer su sistema, con las peores conductas de sus diferentes para que se aprecien superiores, recalcando las ¨¨conquistas y los logros¨¨ alcanzados sin renovarlos jamás. Este monótono e improductivo discurso, se repite a lo largo de toda su estadía al mando.
Mezclando estos elementos se consolida en el pueblo, una idea de obtención de buenos resultados, que con el tiempo y el tipo de economía cerrada que defienden, no pueden sostener y a partir de ese momento de manera sutil, comienzan a imponer, con conceptos amparados en la concentración del poder político y la utilización de las fuerzas represivas, medidas unilaterales y arbitrarias y el radicalismo, con todo el miedo que genera.
Mientras, los medios de difusión trabajan en un sentido de constante repetir lo que conviene al modelo, tanto con imágenes, como con la palabra escrita y `pronunciada, apoyando y reforzando su abarcadora ideología, con la cual convierten la mentira en verdad, dejando una imagen tanto dentro como fuera del país de éxitos, libertad y justicia social capaz de influir en infinidad de personas, sirviéndoles para convocar acciones aparentemente beneficiosas que los hace imprescindibles para luego, con la continuidad, perpetuarse en el poder induciendo la obediencia, la obligación y la dependencia por todos las
vías posibles, transformándose imperceptiblemente en una dictadura.
Con el tiempo y la no concreción de sus promesas, sin alcanzar resultados, comienza el despertar interno de la parte de la sociedad que siempre les dio crédito y poco a poco llega a ser una cantidad predominante, haciéndose patente por la coincidencia de los comentarios en las sombras, atemorizados, desconfiados entre si, atrapados entre la creciente represión militar y el chantaje de haber sido incluido en una red de organizaciones políticas e instituciones, que limitan las libertades y dirigen las conductas. En este punto el criterio del pueblo, no vale, ni es tenido en cuenta, haciéndose por días abiertas y frecuentes, las falsas y absurdas informaciones recibidas, sin que ocurra nada, acostumbrados, debido a que su verdadero destino, son aquellas personas que por no vivir dentro del problema, no pueden comprobar su veracidad y al notar que el pueblo no las desmiente por estar sometido a un estricto control, continúan apoyando al régimen desde su lejanía, evitándoles una parte importante de la repulsión internacional que debía recibir.
Esto explica la defensa de muchos a la no injerencia en nuestros asuntos internos. La solicitud de suspensión del bloqueo de personas que creen que el embargo funciona. La imagen de victimas que nos envuelve, de héroes de resistencia sobrehumana que regalamos y de tener entre nosotros¨, al Hombre Mas Bueno Del Mundo, al cual vienen a visitar, tal vez para tener una de sus ultimas fotos en vida y mostrárselas a sus nietos en el futuro. Por eso vienen algunos personajes que nunca lo habían hecho. También para ganar el favor de la ola de izquierda que recorre nuestra zona, aunque a la hora de decidir su proyección económica, no exista coincidencia con Cuba.
Hasta hace muy poco, eran una parte importante de este engranaje político que trabaja para convencernos de que vamos por el camino correcto, el modesto vicepresidente de los consejos de estado y de ministros Carlos Lage. El flamante ministro de relaciones exteriores, Felipe Pérez Roque y el casi infalible en sus apreciaciones fiscales, José Luis Rodríguez, ministro de economía y finanzas. Los dioses rotos, eran tres hombres a quienes nos habían instado confiar una parte importante de nuestros criterios, del sacrificio y esfuerzo entregado a diario, en nombre de la revolución y el socialismo que construimos. Eran hombres que hablaban en nombre de todos los cubanos en muchas tribunas, los mismos por los que nunca ninguno de nosotros votó en las dirigidas elecciones instrumentadas por el estado, dándonos ahora la razón de su ineficacia, a pesar de ser consideradas por ellos infalibles y las mas democráticas y limpias de las que se celebran. No somos responsables de sus indignas conductas. Ellos los ponen y los quitan sin nuestra decisión, sin explicación alguna, propulsando su renuncia después de expulsados, reconociendo sus errores al presidente y no al pueblo que los desconoce debiendo ser el mas consultado y respetado, para de esta oculta manera, evitarles sanciones mayores que pondrían a la luz actividades ilícitas y subversivas que ya sobrepasan las de una sociedad sin tachas, hace mucho tiempo dirigida por los mejores hombres ¨¨escogido por el pueblo¨¨.
El resto de los ¨¨ministros sustituidos¨¨ y su innumerable cantidad de protegidos, se diluyen entre la importancia de la conducta critica de esta elite que explotó y los comentarios sobre el segundo clásico beisbolero, es como si esos lideres intermedios no existieran. Ricardo Alarcón se arrastrará mas, donde está demostrado, que nadie puede volar. Quizás los disidentes condenados a larguisimas sentencias en la primavera negra del 2003, con una simple carta de disculpa, se hubiesen evitado también, las increíbles sentencias que destruyen injustamente a diario sus vidas. Pero no se les dio esa oportunidad, no la merecían, ni creo que la aceptarían porque tienen mucha mas dignidad.
Este tipo de ejemplo debía servirles a los engañados venezolanos, bolivianos, ecuatorianos y demás pueblos que se dejan embullar por el neopolismo, recordando, la corrupción opositora, disidente, de los Aldana, Ochoa, La Guardia, Abrahantes, Robaina, Luis Orlando, Vicky, Robinson, y otros a todos los niveles, que empalagarían mas con sus despreciables nombres este escrito. Ellos fueron protegidos y ensalzados por esta misma cúpula, que no varia en lo mas mínimo el recurso de su método, por eso, es de esperar que serán muchos, los dioses que quedan por romperse.
No comments:
Post a Comment