Saturday, January 17, 2009

El ajiaco latino.

Por Sinue Escolarte.
La Habana, Cuba
sinuescolarte@gmail.com


Mientras en América Latina sigan fomentándose las ideas que consiguen el retroceso y cierre de las economías con sus inclinaciones estatistas, revestidas con el disfraz inverso de crecimiento bienestar y justicia social, proyectadas sobre un futuro de esperanzas y sueños junto al neopolulismo infestando, las embotadas y confusas mentes de las tribus medianas utilizadas para el contagio emocional y la distracción visual que las insita a vivir aplatanadas en el dependiente subsidio lumpenizador y la obligada obediencia frustrante, estará garantizado el destino de nuestros pueblos hacia la fiesta de la pobreza, con una inmensa alegría y un entusiasmo ferviente, gritando consignas, arrollando en la comparsa antes de que llegue la orquesta.

La atmósfera que se respiró y se compruebó en las imágenes de los jefes de estado en el conclave, no se muestra homogénea y transparente. Se notan las diferencias de intereses, algunos por el poder, la indiferencia, el desconcierto y la desintegración de otros y la tendencia liberal de la mayoría adornada por el discurso colectivista de moda de casi todos. Son un arcoiris de conceptos, ideas y necesidades, en busca de un consenso común. Si se reúne lo que se habló no se concreta una línea de ideas parecidas.

Las intenciones, la variedad de propósitos, la diferencia entre las tendencias y las ambiciones, son muy marcadas entre los mandatarios, constituyéndose en un enorme obstáculo para los fines que se persiguen de alcanzar una verdadera integración. Una integración sin supraestado no lo será al no existir quien haga cumplir la palabra, los acuerdos y las leyes por sobre los gobiernos y no se podrá constituir sin unanimidad, la misma que no se percibe en este contexto donde mas de uno quiere ser el líder.

Se comienza muy mal en este deseo, además de muy tarde en relación a los mas adelantados, si la prudencia, la verdad, la tolerancia, el respeto y la sensatez, no están presentes en buena proporción, atributos que por el contrario se encuentran incorporados negativamente en nuestra cultura, junto a la violencia y la pasión que nos caracteriza. Nada mas apreciar la impuntualidad de dos de los mas influyentes, dando el mal ejemplo de la desconsideración llegando después de comenzada la cumbre. Así lo hicieron, la presidenta de Argentina que era la segunda en el uso de la palabra y el presidente de Venezuela, aun sin aprobársele su inclusión, convertido en portavoz mayor del antinorteamericanismo, con la retórica de confrontación constante, alérgica y, su inclinación al falso proteccionismo humanitario que deteriora las relaciones con los mas pudientes y desarrollados, para engrandecer su mesianismo entre los inferiores.

Las bases de una sana integración son la cultura integracionista, la educación y la franqueza de los pueblos y sus lideres. En estos aspectos, en organización y seriedad, les falta bastante por conseguir a los nuestros.

Hace mucho que el presidente brasileño forcejea por la supremacía del mandato en la región e incluso, lo confirma en su discurso cuando señala que para integrarse en economías mas amplias y abiertas al mundo, necesita juntarse primero con los vecinos. Sabe que estar a la cabeza le daría ventajas y lo pondría en similar posición que otras potencia con privilegiadas posibilidades. Su elevadísima economía creciente y pujante, la disminución de la pobreza, el lugar que ocupa en el consejo de seguridad, sus inmensas inversiones y su respaldo político, le ofrecen una clara ventaja.

Pero el síndrome obsesivo de poder y la desesperación por implantar una tiranía latinoamericana globalizada, le dan al mandatario venezolano un matiz de contradicción en la pugna por el mismo escaño, que detiene el lógico trabajo en equipo exigido para llevar adelante un proyecto de tal magnitud. Otro claro ejemplo de la absurda discrepancia es la resistencia a la entrada de Venezuela al Mercosur, defendida en su favor por Lula que sabe que de hacerlo estaría en la cola, con lo que se neutralizan las necesidades de mando populista y radical del oso pardo. No hubo acuerdo tampoco en la elección de un secretario para la Unasur ya que el presidente de Paraguay no dio su voto para el expresidente Kirchner. La no desaparición del doble arancel externo y el código aduanero entre argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, tampoco encontró solución entre los lideres y solo coincidieron en adquirir la exportación de los productos de Bolivia negada a ser asumida por EE.UU. El banco del sur es otro proyecto, otra posposición.

Ecuador y Venezuela hablan de no pagar la deuda no teniendo en cuenta sus consecuencias y no hay replica por parte de Argentina, que ascendió a mas de 6000 puntos en el riesgo país para las inversiones y se mantuvo así después de haberla pagado. La mala reputación de los gauchos persistió, retrasando su mejoría económica, favorecida en su momento por las inversiones Chinas y el alza mundial de la economía, que por aquella razón y su incapacidad de apertura no supieron aprovechar. Ahora, Cristina pide relacionarse con otros mercados. Continúan los bandazos de La Pampa. Chile, el mas adelantado y primera copia norteamericana en las americas, no apareció hablando en la T.V. a nuestro alcance. No son ellos los que mas necesitan integrarse porque están bien insertados en la palestra internacional con el mas alto PAP. Y Méjico, integrada exitosamente al ALCA, tal vez asistió como ¨¨espía¨¨, pero sin embargo fue Felipe Calderón quien mas pidió apertura para atraer mayores inversiones y combatir la crisis. Es lógico, ya probó sus ventajas.

Punto y aparte para Cuba que solo puede escuchar, ninguna opinión a favor nos incluye. Tantos deseos de colaboración y no se olvidan del bloqueo y lo rompen comerciando con nosotros, no subsidiándonos ni con donaciones ni limosnas. Con intercambio igual, para que haya un nuevo orden económico justo y equitativo como pide en todas las tribunas nuestro máximo líder y Hombre Mas Bueno Del Mundo. El problema es otro. Ni tenemos reserva monetaria, ni créditos, ni producción, ni valor agregado en la poca materia prima que extraemos, Ni hay confianza en que paguemos porque fuimos los primeros incitar el no pago de la deuda. De ahí que odiemos con saña la globalización inalcanzable.

Pero en una inteligente maniobra de utilización que no vio nuestro representante, El presidente Lula lo revistió de honores con palabras de admiración con almuerzo, pioneros y banderitas, para que fuera la imagen política que desea mantener, mientras por otro lado y en otro momento, declara que su principal inversor es sin dudas los Estados Unidos, que su mejor comercio esta allí. Que el no es tonto. Se globaliza mientras engrandece al bastión del socialismo con la entrada de Cuba al grupo del Rio, con lo cual seguirá teniendo el apoyo de la ola izquierdista que recorre el continente. Papel triste para nosotros ver como en un lugar donde se está buscando apertura, incremento de inversiones, de competencia y mercado, el presidente cubano señala lo injusto y egoísta del orden económico internacional que allí se defiende considerándolo un obstáculo para la integración, pero a su vez, observándolo con justificable optimismo. ?Quien entiende. De que manera se integrará nuestro país si continúan estos juicios obsoletos y congelados por la historia¿. Es muy triste saber que no pintamos nada como pueblo, que no recibiremos nada y que ni siquiera en ese incompleto ajiaco donde faltan los principales ingredientes, los que le dan mejor sabor, los cubanos, no somos ni el colesterol.

1 comment:

ana xiomara ramos guzman said...

me gustaria conocer mas del cafe cubano psra emprender un en el salvador. soy joven y con sueños