Por Sinue Escolarte.
La Habana, 15 de agosto de 2008.
Intentar combatir a través de palabras, por lo que estamos pasando en Cuba, es extremadamente difícil.
¿Como discrepar de forma correcta y bien analizada, de algo que no se entiende, que al tratar de buscarle explicaciones, solo se consigue navegar en un mar de confusiones que requiere mucho tiempo y dedicación para descifrar, precisamente, lo que no tiene el cubano más frecuente, el más abundante? ¿Quienes leen lo que escribimos?
Vivimos sumidos siempre y permanentemente, en la solución de algún problema que aunque común, corriente y aparentemente fácil para cualquiera en cualquier parte, para nosotros, no lo es.
Un salidero, en una tubería o una pila. No existe el plomero estatal, el de la familia. Una lámpara que no enciende o un corto circuito. ¿Donde esta el electricista de la familia?
Un mueble que se desencoló, o una ventana con comején. Un trabajo cualquiera de albañilería. Una maquina de refrigerador quemada. Alguna mecánica de un viejo carro.
Mejor no continuar seria infinitos los ejemplos de "problemas ligeros" que no están al alcance del pueblo por las vías que según el modelo, responsabilizan al estado, que como se conoce, no autoriza la licencia de trabajador por cuenta propia, para muchos de estos oficios. Y cuando lo hace, son altos los pagos y no le dan material o piezas para poder desempeñar su labor dentro de la ley, costándoles por fuera muy caro, cobrando como es lógico, más caro su trabajo también. La gente tiene que morir en el particular no autorizado, clandestino, con sus precios elevados y su inseguridad, haciéndolo caer en la ilegalidad.
Son miles los ilegales en todas las esferas por este concepto, profesionales incluidos. Ante esta situación, el estado se hace, el de la vista gorda, porque como consecuencia de la incapacidad, la irresponsabilidad, el burocratismo, la corrupción y la escasez, no le puede dar, la debida salida. Si quieres resolver, tienes que pagarlo, podría ser un lema capitalista, en una sociedad socialista como la que hoy disfrutamos.
Los llamados consolidados, que se supone eran el único lugar legal, al que puede acudir el pueblo para dar solución a sus roturas y torturas, ya ni existen, o no tienen las piezas hace tiempo, o no esta el transporte para acudir a las casa de la persona que hizo la solicitud. Pero todos conocemos al culpable... el genocida bloqueo. El deterioro moral de nuestro socialismo, no tiene que ver.
Sin embargo aparece, cuando el técnico te llama a parte y te dice…¨yo se quien tiene la pieza, o el cemento, o la madera¨ y se resuelve, al fin se resuelve... pagándola por fuera, o por la izquierda. Es ya una costumbre, es normal que así sea. El pueblo se adaptó a no tener el apoyo que el estado socialista prometió y que por razones ajenas a el, no puede cumplir y de no resolver, es quien lo sufrirá en la espera de la solución estatal que nunca llega. El que mire hoy la ciudad podrá ver casas enrejadas, pintadas y arregladas por el esfuerzo y el dinero del pueblo, aunque parezca que es el régimen quien lo garantizó. ¿Cómo es posible esto con el salario medio situado en la cantidad de 17 CUC? Con el sacrificio de la remesa familiar, o el negocio ilícito, no hay otra respuesta.
Es así que los problemas, se hacen un verdadero problema cotidiano e individual, al que se suman otros que son colectivos, como la vivienda, la falta de agua, la corriente, ahora más elevada, el estado de las calles cada vez mas deplorable, la falta de recursos en los trabajos, el transporte, el abastecimiento de la canasta básica, los precios de los productos, el sueldo que se devenga, la escasez, la desmotivación, el mal trato y la indolencia, etcétera, siempre, etcétera, ya que se hace casi imposible recordarlos todos. El que vive así lo hace siempre con su cerebro embotado, cargado, estresado, disgustado.
¿Cómo sale el pueblo de estas dificultades? Todo cuesta y si bien los precios se han multiplicado en algunos casos hasta en diez veces, los salarios no se han ni siquiera duplicado nunca.
La canasta básica cada vez más anémica y desnutrida, solo a los mas pobres le resuelve algo, por estar adaptados ya, a la escasez, a la pobreza, a la dependencia, al arroz ( 6 libras al mes que no le alcanza), frijoles (media libra al mes que mucho menos) y picadillo de solla (media libra al mes bautizado además con agua y sal por el carnicero, para robarles en el peso).
No hay nada de exageración, imagino que la opinión pública internacional cree que la igualdad de que habla el sistema, garantiza la alimentación para todos. La gran verdad es que no. Con 11 onzas de pescado, una libra de pollo, seis libras de azúcar, media de aceite (no siempre), pasta dental, a veces un tubo, jabón uno mensual, en fin, nadie o sólo los muy adaptados podrán sobrevivir. Ni los hongos, capaces de subsistir tanto en los polos, en el sol, como en la oscuridad, el agua o el desierto, superan a los cubanos, en ese buen arte, de la adaptación.
Vivimos entonces buscando complementar todo lo que nos falta, inventando, luchando, que son las frases que empleamos, para estas acciones, degradándonos a veces, envileciéndonos otras, pervirtiéndonos o delinquiendo la mayoría, en busca del objetivo, subsistir. Es esto ya tan frecuente, que parece y se ve, normal.
Caería en creer en la igualdad, si considerara que las penurias son similares para todos.
Los mas ""incapacitados"" que somos la mayoría, nos hundiremos más por tener mayores dificultades, en nuestros problemas personales, nos afectara mucho más, por ser los de menos recursos, en los problemas sociales colectivos y de esta forma, pensaremos menos en las causas de por qué, hemos llegado hasta aquí.
Los más "capacitados" sabrán salir mejor de ellos, pero con más riesgo por la posición que ocupan y la responsabilidad que deben tener, a expensas de sus cargos o trabajos. Tampoco tendrán mucho tiempo ni deseos de analizar, solo sobrevivir es su meta diaria. Súmesele la carga política de los medios de difusión y los controles ejercidos por las tantas organizaciones políticas entre las que nos desempeñamos. El pensamiento, queda atrapado entre esta maraña de conflictos. El hombre no puede pensar.
¿Donde esta la verdad?
Tanto los primeros, como los segundos, presentaran seria dificultades para llegar a conclusiones, o tratar de saber, que es lo que verdaderamente ocurre en la actualidad y ni si quiera se lo preguntarán.
Científicamente hablando, probado está que los circuitos que unen al pensamiento organizado, capaces de ayudar a la comprensión de situaciones complejas, son bloqueados en una de sus zonas por los problemas existentes más, si son constantes, no permitiéndoles completar su ciclo. Es decir en la medida que tenemos más dificultades sin solución y que se van acumulando, se interrumpe el circuito que se encarga de esclarecer y completar el orden lógico de ideas que culminan con la mayor claridad para enfrentar y dar solución, a las situaciones difíciles que se nos presentan.
Se puede fácilmente inferir que una de las poblaciones con más dificultad para pensar y encontrar salidas correctas a hechos comunes, será la cubana y también, que se han creado en Cuba, las formas mas atípicas y complejas de dirección, a partir de una constante improvisación, en la búsqueda de alternativas salvadoras, con un solo cerebro ordenando.
Lo conflictivo de la situaciones emanadas de las tantas improvisaciones obligadas por el fracaso, hace casi imposible el análisis por los motivos antes explicados y la suma de todos sus obstáculos, se convertirán en un muro infranqueable para el lógico razonamiento, invitándolos a buscar constantemente otras vías más fáciles, alejadas de cualquier tendencia que la búsqueda de lo etiológico.
Si no se conoce la causa, o no se llega a una conclusión, la solución se esparcirá hasta no verse nunca. Así con el paso del tiempo, ni se piensa en que existe y menos se tratará de buscar. No hay tiempo para más, solo vivir o sobrevivir es importante. No aparece la replica, queda escondida la duda, el silencio da la razón al modelo, porque el que calla otorga.
Para encontrar dicha causa están los que gobiernan, que en este caso, se ven bien alejados de los problemas sociales, demostrando que no les interesan, a pesar de que los conocen muy bien. El hombre piensa como vive. Por el contrario, son precisamente ellos los responsables de el enredo situacional que existe, como consecuencia de su método y al que si le extraen, el debido provecho, algunos en moneda, otros, en poder y gloria personal. La esperanza de cambios, las promesas pendientes, el discurso vacío, es siempre nuestro destino.
La confianza en los que nos dirigen esta totalmente depositada, a partir de la gran preocupación que a diario notamos que existe, en especial del aún líder, que nos demuestra con su forma desinteresada y franca, como se ayuda desde la pobreza, como se comparte desde la escasez, haciéndonos sentir, que si podemos, por que no solo vamos en busca de nuestras soluciones y alguna vez llegaremos a ellas, sino porque con mucha suerte, tenemos entre nosotros al hombre más capacitado y bueno del mundo, para garantizar que así sea. Ahí están casi a diario sus reflexiones sobre asuntos de otros países con un profundo análisis y dedicación de tiempo, en los que aborda la historia, los errores y los vínculos que nos unen, complejizando más la visión sobre lo que realmente nos interesa. Nuestras vidas y el tiempo que tenemos para disfrutarlas. Es una muestra más de lo alejados que se encuentran, de los que se nos pide siempre mayor esfuerzo, mas sacrificio.
La limitación de la información para poder hacer comparaciones, no depende solo de la no entrada de la misma al país, o del bloqueo estatal, sino también, de la imposibilidad de detenerse en esas cosas, por estar disueltos en otras, que a ojos del necesitado, resultan mayores, haciendo que el interés por aquellas, se atrofie lentamente, hasta ser prácticamente nulo. Puedes darle entonces al pueblo toda la información que desees, que ya no les interesara, aunque la tenga, ni habrá habito para motivarse por ellas, ni la capacidad de comprensión necesaria tendrá.
La solución de nuestras afectaciones personales y sociales, ocupa todo el pensamiento, todo el tiempo. No habrá espacio para más o quedara muy poco. Lo enmarañado y difícil que resulta entender lo que nos ocurre tanto nacional, como internacionalmente, rellenaría si quedara, algún pequeño espacio en nuestras embotadas mentes. Es probablemente esta la razón de que al pueblo no se le pregunte nunca, si considera algo correcto. De antemano se conoce que no responderá, ni opinará de lo que nunca entendió.
Mientras, la esperanza crece para muchos con el mismo discurso, con los datos estadísticos que no entendemos, con el incremento del producto interno bruto, que no sabemos que significa, ni como se cuantifica, con los logros conseguidos por una provincia, y con las nuevas ideas que surjan, del acertado pensamiento que tenga una vez mas. El Hombre Mas Bueno del Mundo.
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