Friday, June 09, 2006

"Peligro de muerte y secuelas por atención médica deficiente"





Por Dr. Darsi Ferrer Ramírez, director del Centro de Salud y Derechos Humanos
¨Juan Bruno Zayas¨.


La joven de 27 años, Yordanka Abat Paz, perdió su embarazo deseado, estuvo en peligro de muerte y presenta daños permanentes en su organismo, como resultado del proceder inadecuado e irresponsable que sufrió en el hospital, de manos de los médicos que la asistieron al buscar ayuda profesional por presentar un cuadro de hiperemesis gravídica.

En el año 2004, la Sra. Abat fue ingresada en el Hospital Materno ¨Hijas de Galicia¨, en la ciudad de la Habana, con diagnóstico de Hiperemesis Gravídica (vómitos provocados por el embarazo) y gestación de nueve semanas.

Le indicaron el tratamiento usual: hidratación por venoclisis y medicamentos parenterales (vía sanguínea) que atenúan los efectos de las hormonas causales de los vómitos.

Pasada una semana, al no evidenciarse ninguna mejoría en su estado de salud, con intolerancia gástrica hasta para la asimilación por vía oral de las soluciones líquidas, los ginecólogos decidieron interrumpir la gestación mediante legrado uterino.

A pesar del legrado los síntomas persistieron, lo que determinó la realización de un análisis sanguíneo de gonadotropina coriónica, cuya cifra indicó una concentración propia de embarazo. Para corroborar el resultado le hicieron un ultrasonido transvaginal donde no se visualizó la referida gestación.

Los especialistas concluyeron en su valoración médica que la paciente presentaba un embarazo extrauterino y, por tanto, la sometieron a una intervención quirúrgica de urgencia.

Días después de la cirugía Abat Paz fue dada de alta hospitalaria por la favorable evolución que tuvo, pero antes los doctores le explicaron que la sometieron a operación sin necesidad, pues se confirmó en el salón que no tenía ningún embarazo fuera del útero.

La Sra. Paz fue ingresada nuevamente en ¨Hijas de Galicia¨ a los tres días de estar en su casa, aquejada de malestar general, fiebre de 39 – 40 grados celsius, dolor bajo vientre, taquicardia y secreción vaginal.

Luego de una semana de tratamiento con antibióticos de amplio espectro, por medio del examen vaginal los médicos determinaron que mantenía en la cavidad uterina restos del legrado que le habían practicado anteriormente y, por ello, ordenaron llevarla otra vez al salón para volverla a legrar.

Cuando Yordanka se recuperó de la anestesia fue informada que a consecuencia de la septicemia (infección generalizada) encontraron un marcado deterioro en los órganos de su aparato ginecológico, lo que los obligó a extirparle el útero, las trompas y los ovarios, como medida extrema para evitar peores complicaciones.

La paciente fue trasladada para la sala de cuidados intensivos del Hospital Clínico Quirúrgico ¨Díez de Octubre¨ reportada de muy grave, donde cuatro días más tarde le diagnosticaron una oclusión intestinal y, acto seguido, la sometieron a otra intervención quirúrgica de urgencia.

Cuando por fortuna, al cabo de dos meses, logró salir con vida y abandonar el hospital la remitieron para la consulta de patología de cuello del Materno ¨Hijas de Galicía¨, allí el doctor que la examinó le aseguró que no era necesario mantener un seguimiento, que podía vivir una vida plena con la única limitante de que no podría tener más hijos.

En la actualidad, debido a la menopausia post-quirúrgica Yordanka padece de frecuentes crisis de artrosis por la falta de calcio en su organismo, además, presenta dispareunia (dolor al tener relaciones sexuales), infección vaginal a repetición, oleadas de calor e irritación nerviosa, con la agravante de no contar con atención médica adecuada.

El Dr. Jacinto, jefe del programa materno-infantil del mencionado Materno, fue el encargado de darle respuesta a la queja emitida por Yordanka Abat ante las autoridades de salud.

El galeno reconoció que hubo errores de parte de los médicos que la atendieron, pero le pidió que valorara que, como otros seres humanos, esos profesionales están a expensas de equivocarse y, además, le hizo énfasis en que tomara en cuenta que debía agradecer todos los servicios que la revolución había puesto de modo gratuito en función de restablecerle la salud, según sus palabras, "generosidad del estado que no la tendría en ningún otro país".

La legislación jurídica vigente en Cuba no contempla la indemnización por el estado de los daños producidos a pacientes en los casos de negligencias médicas. Las personas que resultan víctimas de ese tipo de situaciones, como en el caso descrito, solo tienen por opción resignarse ante lo sucedido.

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